Sobre el Pin Parental

La medida denominada como “Pin Parental”, propuesta por el partido conservador VOX, ha levantado mucha polémica y se ha convertido en trending topic durante la última semana. La propuesta, se define de la siguiente manera “ante la “posibilidad” de que los hijos puedan ser “adoctrinados” en “ideología de género”, el padre solicita al centro que informe previamente “a través de una autorización expresa” sobre cualquier actividad “que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad”.

Lo que se busca con esta medida es evitar que sus niños tengan “contacto” con ideas o pensamientos diferentes a los suyos.Para evitar un posible “adoctrinamiento” el partido propone la censura como solución. El chiste se cuenta solo. Pero no pretendo discutir política en este blog, ya hay bastante gente dedicada a ello. Pero si me gustaría reflexionar sobre un par de aspectos derivados de esta polémica.

PAPA FRANCISCO VS. PIN PARENTAL

“Los padres son custodios y no propietarios de sus hijos”, estas palabras las pronunció el Papa Francisco a finales del año 2017. Ahora tres años después, se han vuelto virales al ser utilizadas por miles de personas para responder en redes sociales a la propuesta de Vox. Curiosamente se utilizan las palabras del máximo mandatoria cristiano para atacar la propuesta de un partido ultraconservador católico.  “Querer ser más papistas que el papa”, literal y metaforicamente.

Nuestros pequeños no nos pertenecen, nos necesitan. No somos sus dueños, somos sus guías. Hemos de acompañarles y prepararles para el mundo hasta el momento que ellos sean capaces de manejarse solos. Esa es nuestra función como padres, aunque a veces perdamos la perspectiva.

En este acompañamiento vital, los padres vamos a tomar cientos (o miles) de decisiones por nuestros hijos, que van a determinar, en mayor o menor medida, la persona en la que que van a terminar convirtiéndose. Su nombre, la ropa que llevan, la ciudad en la que van a vivir, el colegio… Hasta la mayoría de edad, los padres vamos a tomar las decisiones más importantes de la vida de nuestros pequeños (hasta la adolescencia el 100% de ellas y a partir de ahí empezamos a compartir la toma de decisiones), y vamos a cubrir todas sus necesidades económicas.

De hecho fijaros que cuando hablamos de ellos decimos “mis hijos” o “nuestros peques”. Usamos artículos posesivos por delante. Creo que es imposible no tener un cierto sentido de pertenencia sobre ellos. Pero hemos de ser capaces de entender que en este caso lo que implica es responsabilidad, sobre su crianza, su bienestar, su felicidad… No pertenencia o posesión.

SORRY BABY, I HAVE TO LET YOU GO

Dejando a un lado la intención de esta propuesta, basada en una ideología extrema que rechaza y se opone a todo aquello que suene diferente a lo que ellos consideran lo correcto. Podemos observar un fenómeno común ente los padres de hoy en día, el “control total” o la “sobreprotección” de nuestros hijos. El fenómeno de los “padres helicóptero” es cada vez más común en nuestra sociedad.

En este contexto, los padres hemos de hacer un ejercicio importante para aprender a “dejar ir” y a confiar en que poco a poco nuestros pequeños van a ir aprendiendo a adaptarse a su entorno y a valerse por si mismos. Querer controlar cada aspecto y pequeño detalle de su vida es misión imposible, y va a generarnos más estrés y ansiedad que otra cosa.

Y el colegio o la educación es uno de los aspectos más importantes donde los padres debemos “confiar” en otras personas y en nuestros propios hijos. Y no sólo en la parte eduacional de sus vidas, al fin y al cabo nuestros pequeños pasan una gran parte del día en colegios, guarderías, institutos… por lo que una gran parte de su desarrollo como personas se da fuera de las paredes de nuestra casa, lejos de nosotros. Y no pasa nada porque sea así. De hecho diría que es mejor.