Vuelta al blog. Han sido unos días intensos, llenos de sorpresas y emociones, que nos han llevado a ser, desde hace unos días, uno más en casa. ¡Vaya emoción! Empezamos de nuevo con todo, pañales, muselinas, biberones, cuna, y un largo etc que hace que nuestra casa parezca más pequeña estos días.
Escribo ahora mismo con un niño de 20 días tumbado a mi lado, dormido y haciendo ruidos que recuerdan a una cafetera arrancando o a un señor mayor haciendo la digestión. Que maravilla. Los bebés tan pequeñitos transmiten una paz y una armonía mientras duermen, que resulta terapeútico sólo con mirar. Y no sólo eso, su olor, su piel tan suave… están hechos para enamorarnos desde el primer minuto. Seguramente como elemento para compensar todas las penurias que nos hacen pasar durante los primeros días (más bien meses).
UNA NUEVA VIDA
Esta semana no voy a contaros nada sobre el desarrollo del cerebro en los niños, ni os voy a dar consejos sobre la crianza, ni nada por el estilo. Solamente voy a escribir una serie de reflexiones que me han ido a viniendo a la cabeza durante estos días, y que mi cerebro, privado de sueño y descanso, ha ido elaborando. Aquí vamos:
- ¡Que vivan las madres y vivan las mujeres! Si te paras a pensar detenidamente sobre el proceso del embarazo y del nacimiento de un bebé, te explota la cabeza. Por lo menos a mi. Las mujeres, crean una vida desde 0 dentro de su propio cuerpo, a partir de una única célula que se va dividiendo y multiplicando. Es sencillamente increible. Y cuando investigas un poco más y descubres las etapas, los procesos, como se va desarrollando el cerebro, el cuerpo del feto, es pura ciencia ficción. Que suerte tenemos de que haya gente dedicada a investigar y estudiar sobre este campo para que podamos cada vez conocer más los fascinantes detalles de este proceso.
- La ciencia es bien. Nuestro segundo hijo venía grandote, y además había cogido buena postura y parecía que no tenía intención de salir. Así que nuestra ginecóloga fue clara “Si fuera yo, me haría una cesárea”. Mi mujer lo tuvo claro. Hace mucho tiempo, a alguien se le ocurrió que haciendo una incisión en el bajo vientre se podrían sacar por ahí los bebés que tenían problemas para salir por el canal de parto, poniendo una de la piedras fundamentales en la reducción de la mortalidad perinatal. A partir de ahí, se ha ido mejorando y perfeccionando la técnica de tal manera que hoy en día se trata de una intervención rápida (el niño está fuera en unos 15 minutos), en las que el padre puede estar presente y acompañando a la madre, y que tienen riesgos muy reducidos tanto para la madre como para el bebé. Hoy en día es un proceso rutinario, que se realiza de manera repetida diariamente en los hospitales y clínicas de todo el mundo. Sin embargo, no es por eso menos impresionante el proceso en si, y el impacto tan significativo que tiene en la salud de los niños y de las madres.
- ¡Vaya cambio! A nuestra pequeña S. le ha cambiado la vida de arriba abajo. Sin que nadie le avisara, sin que nadie le preguntara su opinión al respecto. Ella que era la reina de casa (no sólo de la nuestra, sino de la de sus abuelos, sus tíos…) de repente tienen que compartir madre, padre, juguetes y casa con un bebé pequeñito. Un giro de 180 grados en una vida que todavía se está ordenando y tratando de organizar. Pobrecita mía. Creo que lo mejor que podemos hacer como padres es ofrecerle más apoyo, más cariño y más familia que nunca. Hacerle sentir que somos un equipo que acaba de añadir un miembro más. Lo intentaremos. Os iré contando.
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