Día 31 de confinamiento. Los días de cuarentena se van acumulando pesadamente, y si bien se divisa el fin en el horizonte, la marcha que llevamos es lenta. Se nota cada vez más, en la mente, en el cuerpo, en el humor… Estar recluidos entre cuatro paredes limita no solo tus posibilidades de socializar, sino que reduce drasticamente el abánico de estimulación sensorial que recibes y como consecuencia sufrimos.
QUE EL RITMO NO PARE
Para los más pequeños de la casa esta situación tiene dos caras. Por un lado, los niños cuentan con una plasticidad cerebral mucho mayor que la de los adultos, por lo que su capacidad para adaptarse a nuevas situaciones es impresionante. Pero por otro lado, sacarlos de una manera tan brusca de sus rutinas, reducirles la capacidad de correr, saltar o jugar en el parque, o eliminarle las tardes con sus abuelos o sus primos les impacta de manera muy negativa.
Voy a compartir con vosotros una serie de cosas que hemos ido observando que en casa nos funcionan bastante bien estos días. Podéis probarlas, adaptarlas o buscar alternativas similares que os hagan estos días un poco más llevaderos. Espero que os ayuden.
- Rutinas: levantarse a la misma hora, lavarse los dientes, hacer la cama… Nuestras mañanas, salvando las distancias, se parecen bastante a una mañana normal de un día antes del confinamiento. Seguir con las rutinas diarias ayuda a los niños a empezar el día de manera productiva y a no dejarse llevar por la desidia. De esta manera conseguimos que los días tengan cierto orden y un propósito.
- Música: a nuestra hija mayor le encanta la música y es un entretenimiento que está disfrutando mucho durante los largos días de encierro. Hay una variedad muy grande de recursos en forma de vídeos o clases online que podéis encontrar en Internet. Nosotros hemos utilizado dos que nos han hecho mucho trabajo estos días.
- Los contenidos de la plataforma de Muxics (conocíamos a Marta y sabíamos de su talento para embrujar a los niños con la música).
- Vídeos de ballet clásico (nuestra hija se está aprendiendo los pasos del Lago de los Cisnes).
MENS SANA IN CORPORE SANO
- Movimiento: los niños necesitan moverse. Y mucho. En época de cuarentena es difícil, sin poder salir, sin parques, sin calles donde correr… Pero hay que agudizar el ingenio y buscar maneras. Merece la pena. Los días que nuestra hija tiene más actividad física duerme mejor, está de mejor humor y el feeling en casa es más agradable.
- Juego Libre: algunos de los momentos de mayor disfrute de nuestra hija mayor durante estos días de confinamiento están siendo los ratos largos en los que juega con una casita de muñecos. Se pierde en el juego y se puede apreciar su imaginación trabajando a plena capacidad. Puede ser una casa de muñecas, una caseta para perros, un garage hecho con cartón… Cualquier cosa que estimule y favorezca el juego simbólico. Un consejo: es mejor construcciones simples, que pequen de sencillas, y que puedan completarse con la propia creatividad del niño.
- Alimentación y sueño: mantener intactos nuestros hábitos saludables en la alimentación y cuidar nuestra higiene del sueño (mantener las rutinas para ir a la cama, no acostarse más tarde, levantarse a la misma hora) resulta imprescindible para este periodo de aislamiento.
Todos estos consejos y prácticas funcionan igual de bien para adultos. Establecer y seguir unas rutinas, tratar de mantenerse activo, llevar un estilo de vida saludable y cuidar el sueño nos va a ayudar mucho con nuestra salud, física y psicológica, durante estos días de cuarentena. Ánimo, ya queda menos.
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