Emociones Complejas

Las emociones son parte central de nuestras vidas. Somos seres que se guían por aquello que sienten, por aquello que les palpita desde dentro. Están presentes en cada momento, en cada instante y condicionan nuestros días y también los de aquellos alrededor nuestro.

La clave con las emociones, como en otras muchos aspectos de nuestra vida, reside en el equilibrio. Hemos de sentir y vivir nuestras emociones, ser conscientes de ellas y dejarlas fluir. Pero a su vez no  podemos dejar que éstas nos dominen y tomen el control de nuestra mente y nuestra conducta. Como decía Punset “Debemos aprender a gestionar las emociones, sin reprimirlas, pero también sin dejarnos que nos tomen de rehenes.”.

FEELING BLUE

Las emociones son complejas, los seres humanos tenemos la capacidad de experimentar un abánico muy amplio de sensaciones y sentimientos. De la alegría al llanto, del amor al odio. De sentir el pecho lleno de júbilo y gozo, a sentirnos “normal” o más bien indiferentes.  La capacidad emocional es tan compleja que podemos llegar a sentirnos tristes y alegres al mismo tiempo. ¿Cómo puede ser esto?

• La cualidad de la emoción que vayamos a experimentar dependerá en parte de las características del estímulo o de la realidad exterior que tengamos delante. Si escucháis la marcha fúnebre de Chopin, por ejemplo, seguramente os haga sentiros tristes o melancólicos.
• Al mismo tiempo la emoción que sentimos también depende de nuestro propio mundo interno. Un mismo estímulo, a través de los recuerdos por ejemplo, puede evocar sensaciones muy diferentes. La misma foto puede haceros sentir de manera distinta a ti y a tu hermano.
• El propio cuerpo. La información constante que envía el cuerpo sobre su estado influye también en las emociones que vamos a sentir. Estar más cansados, más activos o con dolor de cabeza va a determinar que nos sintamos de una manera u otra.
• El entorno en el que nos encontremos va a influir también en nuestra propia experiencia. La información del exterior es procesada por nuestra mente y nuestro cerebro a la hora de producir una emoción. Una misma sensación, puede ser interpretada de manera diferente dependiendo del contexto en el que nos encontremos.

Como podéis observar, las emociones no son lineales, ni siguen las leyes de la causa-efecto. Hay muchos factores y muchos tipos de inputs que contribuyen en el proceso de crear, procesar y registrar una emoción.