El Conformismo Social (Parte 1)

El conformismo puede definirse como un cambio en la conducta u opiniones de una persona como resultado de una presión real o imaginada de personas o grupos de personas” (Aronson, 1975, El animal social).

¿Cuánto nos influyen las opiniones de los demás? Por un lado somos seres y “animales” sociales, que necesitan de otras personas para relacionarnos, crecer y vivir plenamente. Pero por otro, somos individuos y nos gusta pensar que tenemos nuestras propias ideas y pensamientos, y que somos independientes y que no nos dejamos llevar por las opiniones de los demás.

Los días de nuestras familias están llenos de decisiones. Qué guardería elegir, qué carrito comprar, colecho sí o no… Algunas mayores y otras más pequeñas. En ocasiones dedicamos mucho tiempo a pensar en los pros y los contras, hacemos listas y miramos y contrastamos las opiniones de otros.  Hay otras que las tomamos de manera instintiva, en cuestión de segundos. Tanto en unas como en otras, tenemos la percepción de ser decisiones propias, que hemos tomado nosotros como seres independientes. Pero, ¿cuánto nos influye en estas elecciones lo que nuestros amigos, conocidos o familiares hacen?

EL EXPERIMENTO DE SOLOMON ASCH

El psicólogo Solomon Asch, diseñó un experimento en el que exploraba la manera en la que los opiniones de los demás influyen en una decisión propia. El experimentador les mostraba a todos una línea recta (línea X en la foto), y simultáneamente les enseñaba otras tres líneas de diferentes tamaños. Cada uno debía determinar cuál de las tres tenía una longitud más similar a la línea X. El juicio, como podéis observar, es sumamente sencillo.

Este experimento se realizaba en grupo, y cada participante debía dar su opinión en voz alta, de tal manera que todos los participantes sabían lo que opinaba cada uno. De los cinco miembros de cada grupo, cuatro eran “complices” del experimentador y daban una respuesta errónea, de tal manera que cuando llegaba el turno del sujeto que no era complice, había escuchado como cuatro personas habían dado una respuesta diferente a la que él consideraba que era la correcta. ¿Qué crees que hicieron los sujetos del experimento? ¿Contestaron siguiendo sus criterios o se unieron a las opiniones de los demás?

Por muy extraño que os pueda parecer, los sujetos respondieron incorrectamente y se adhirieron al criterio “erróneo” de sus compañeros. Como explica Aronson (1975) “Al verse enfrentados con una mayoría de compañeros unánimes en las mismas respuestas incorrectas dentro de una serie de doce juicios, tres cuartas partes aproximadamente de los sujetos se plegó al criterio general por lo menos una vez, respondiendo de modo incorrecto. Cuando observamos todo el espectro de opiniones, descubrimos que un 35% de todas las respuestas se plegaban a los juicios incorrectos hechos por los cómplices de Asch”.